Fisioterapia: trabajo en circuitos
Todos los niños deben desarrollar determinadas habilidades que garanticen su autonomía y con ella, su bienestar físico y emocional.
Aún siendo capaces de desplazarse es necesario perfeccionar actividades como saltar, correr o subir y bajar escaleras, cuyas bases deben asentarse en la infancia porque serán imprescindibles el resto de su vida. Para que ocurra este cambio a nivel motriz, también es preciso que se den unos procesos de crecimiento, maduración y desarrollo físico y cognitivo que así lo permitan.
El objetivo de los circuitos con los que trabajamos es utilizar las posibilidades motrices de los niños a través de ejercicios concretos encadenados y repetidos a lo largo del circuito. Tratamos de aprender movimientos (los niños más pequeños), integrarlos y perfeccionarlos (los más mayores), conectándolos con los que ya conocen.
El material que utilizamos habitualmente son aros de distintos tamaños, módulos de foam, bloques tipo step, picas, puentes, anillas, etc. Además de colchonetas y balones de diferentes tamaños y texturas.
Inicialmente, creamos un circuito con unas normas sencillas en la primera vuelta: por ejemplo, saltar a la pata coja en los aros pequeños y con los pies juntos en los aros grandes. Cuando todos los niños del grupo han completado esta primera vuelta, lo vamos complicando, introduciendo “novedades”: agacharse en un determinado color, lanzar la pelota en otro… Se trata de conseguir una actividad terapéutica atractiva para los niños.
En algunos grupos, estamos introduciendo un elemento lúdico que está siendo muy bien aceptado por los niños: usamos unos dados gigantes y convertimos el circuito en un “juego de la oca” por el que avanzan al ritmo que marca el dado. De esta manera incluimos aspectos como la espera, la cooperatividad y cierta competencia sana, acoplando juegos tradicionales (pañuelo, relevos…) al circuito básico.
Es tal su implicación que incluso nos sugieren alternativas que incluimos siempre que es posible, por lo que tiene de satisfactorio para ellos aportar más a su terapia.
Respecto a la parte rehabilitadora de los pies, trabajamos sobre un circuito creado para el tratamiento específico de los pies y la musculatura de las piernas, a fin de ayudar a corregir determinadas alteraciones (por ejemplo, pies planos).
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